miércoles, 8 de junio de 2011

RECETA DE LOS MINCHIRONES

Los michirones son una receta típica de la gastronomía murciana. Este plato se consume fundamentalmente durante el invierno y es servido como tapa en los bares.

Ingredientes para cuatro comensales
1 kilo de habas secas
1 cabeza ajo
1 hueso de jamóncuchara
2 chorizos pequeños
100 g de panceta
1 hoja de laurel
3 patatas pequeñas.
1 cucharadita de pimentón dulce
2 guindillas y sal

Preparacion:
Paso 1: Poner a remojo las habas
    Es necesario que las habas se pongan en remojo como mínimo veinticuatro horas antes de cocinarlas. De esta manera la legumbre se hidrata y ablanda, haciendo más rápida su cocción. Se aconseja cambiar esta agua, ya que el haba suelta hidratos de carbono.

Paso 2: Cocer las habas
    Primero coceremos las habas en la olla a presión durante unos quince minutos. Para que cojan el sabor se echan también los huesos, la guindillas, las patatas y el laurel.
Paso 3: Cocción lenta con el resto de ingredientes
    Con la olla destapada y a fuego lento se terminará de cocer el plato junto al resto de ingredientes. Añadiremos los chorizos cortados en rodajas, la panceta, la sal al gusto, el ajo y el pimentón dulce.

    Si es necesario retiraremos un poco de caldo, para que cubra todos los ingredientes dos dedos por encima.
    Se deja cocer hasta que las habas y el resto de ingredientes estén tiernos. 
Y a disfrutar.
TRUCOS:
Yo recomiendo hacerlos un dia antes de servir, yo normalmente los hago un dia antes y los dejo en el frigorifico y un par de horas antes de servir los vuelvo a cocer a fuego lento, de esta manera conseguimos que el caldo este mas concentrado y se realce mas su sabor textura.

COMO CULTIVAR HABAS

                                                            

El haba tiene porte recto y erguido, con  fuertes y angulosos de hasta 1,6 metros de altura. Muestra hojas alternas, paripinnadas y compuestas, con foliolos anchos de forma oval-redondeada, color verde oscuro, sin zarcillos; el foliolo terminal no existe o se convierte en un zarcillo rudimentario.

Las flores se presentan en racimos de 2 a 8, axilares las cuales son fragantes y grandes, alcanzando los 4 cm, con pétalos blancos manchados de violeta, púrpura o negro. Son hermafroditas, y la planta es capaz de autopolinizarse. Hay que advertir que la fertilización cruzada natural es escasa, salvo en presencia de abejas.
El fruto es una legumbre, posee una vaina alargada de longitud variable entre 10 y 30 cm y consistencia carnosa, tienen un tabique esponjoso con una especie de pelo afelpado entre las semillas siendo éstas más o menos aplastadas. Dentro de esta vaina se ubican las semillas puestas en fila. La vaina, de color verde en estado inmaduro, se oscurece y se vuelve pubescente al secarse. Los granos en el interior de la misma varían entre 2 y 9.
Las semillas son oblongas, de tamaño más o menos grande, dependiendo también de la variedad, y de color verde amarillento que luego, al sobremadurar, se vuelve bronceado. También hay variedades de grano negruzco y morado.

El peso de una semilla es de uno a dos gramos. El poder germinativo dura de 4 a 6 años. En la semilla comercial el porcentaje mínimo de germinación es del 90 por 100 y la pureza mínima del 99 por 100.
La raíz del haba crece en profundidad hasta alcanzar un largo similar al del tallo de la planta. Como otras fabáceas, los nódulos de la misma tienen la propiedad de fijar nitrógeno en el suelo; aunque hasta un 80% del mismo es consumido por la propia planta, el 20% restante mejora la fertilidad de la tierra, por lo que el cultivo se emplea en sistemas de rotación para fortalecer suelos agotados.

Son originarias como cultivo del Oriente Próximo, extendiéndose pronto por toda la cuenca mediterránea, casi desde el mismo comienzo de la agricultura. Los romanos fueron los que seleccionaron el tipo de haba de grano grande y aplanado que es el que actualmente se emplea para consumo en verde, extendiéndose a través de la Ruta de la Seda hasta China, e introducido en América, tras el descubrimiento del Nuevo Mundo.


Preparación del terreno para su siembra.
Debido a que la planta posee una potente raíz pivotante, hay que realizar una labor profunda para acondicionar el terreno, de 25 a 40 cm de profundidad, aprovechando para la incorporación del abonado de fondo. 

Siembra

La época de siembra está ligada al clima y se realiza desde agosto-septiembre en cultivos precoces hasta noviembre y en las zonas de interior se ponen en primavera. La siembra se realiza a chorrillo, a golpe, a mano o con sembradora.
Las semillas se disponen en líneas o caballones, con una distancia entre líneas de 50-60 cm y 25-30 cm entre plantas. La nascencia se produce a los 8-12 días, dependiendo de la temperatura y la recolección se realiza transcurridos aproximadamente 90 días (según variedades).



Abonado
Además del aporte nitrogenado realizado por la bacteria simbiótica Rhizobium leguminosarum, que es variable dependiendo del suelo, clima, técnicas de cultivo y genotipo de la planta; pudiendo estimarse entre 59-126 kg/ha y año, es necesario un aporte de nitrógeno adicional para las primeras fases del cultivo, además de fósforo y potasio.
Junto a las labores de preparación del terreno se aporta un abonado similar al siguiente (cantidades orientativas): estiércol (20 Tn), superfosfato de cal al 18% (500 kg), cloruro o sulfato de potasio (200 kg), sulfato amónico al 21% (200 kg).