El pepino es originario de las regiones tropicales del sur de Asia, siendo cultivado en la India desde hace más de 3.000 años.
De la India se extiende a Grecia y de ahí a Roma y posteriormente se introdujo en China. El cultivo de pepino fue introducido por los romanos en otras partes de Europa; aparecen registros de este cultivo en Francia en el siglo IX, en Inglaterra en el siglo XIV y en Norteamérica a mediados del siglo XVI, ya que Cristóbal Colón llevó semillas a América.
El primer híbrido apareció en 1872.
COMO HACER LA PLANTACION DEL PEPINO.
En primer lugar un suelo rico en materia orgánica y de buen drenaje, que podrás obtener a partir de la utilización periódica de compost para abonarlo. Y como no podía dejar de ser en una verdura tan abundante en verano, la mejor ubicación para el pepino es a pleno sol.
El pepino se beneficia de las temperaturas moderadas: el promedio ideal se sitúa entre los 20º C y 30º C, y es muy vulnerable a las heladas. Por otro lado, un clima excesivamente caluroso también puede perjudicarlo, provocando problemas en la respiración de la planta. En cuanto a la humedad del ambiente, los altos índices (aunque inferiores al 90%) son los más indicados.
La mejor época para la siembra de pepinos es después de haber finalizado las últimas heladas del año, o bien a mediados de verano; sólo de esta manera las semillas podrán germinar bien y la planta crecerá adecuadamente. Se plantan por grupos 3 o 4 semillas a más o menos 3 centímetros de profundidad, dejando espacios de medio a un metro entre cada grupo.
Más o menos dos meses después de la siembra aparecen los frutos; recoge los pepinos cuando alcancen unos 20 centímetros de largo, pero jamás esperes que se vuelvan amarillos para hacerlo.
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