CULTIVAR TOMATES EN CASA

Si te gustan los tomates y quieres cultivarlos en tu propia casa, te daremos todos los consejos básicos que debes saber para plantarlos y recolectarlos tú mismo/a.

Lo ideal es cultivarlos en una pequeña parecela de tierra que hayas preparado específicamente para colocar un huerto en tu jardín, pero si no dispones de ella, puedes plantarlos en maceteros o jardineras. Debes tener en cuenta que deben ser bastante profundos (en torno a 30 ó 40 centímetros)
Puedes usar cualquier tierra fértil de la que dispongas. Vale perfectamente la que usas normalmente para tus plantas, pero si te resulta algo cara, puedes ir a una zona de campo y coger un poco donde veas la tierra más fértil. Normalmente esta tierra se identifica por tener mayor vegetación, estar en zonas húmedas y tener un color oscuro. Así que cerca de ríos y lagos podrás encontrar una buena cantidad.
Es importante que las matas de tomate estén muy iluminadas, si no les da el sol directamente, al menos procura que se refleje de alguna manera. Lo ideal es que durante buena parte del día reciben la mayor luz solar posible. Lo ideal es que el lugar donde los plantes esté orientado hacia el sur.
En cuanto al riego, esto depende mucho del tipo de tomate, hay muchas especies y no todas ellas necesitan los mismos cuidados. Cuando vayas a comprar las semillas en alguna tienda de jardinería o vivero, comprueba las especificaciones del fabricante. Si vas a usar las propias semillas de los tomates en casa, extráelas y sécalas antes de plantarlas. Normalmente en verano basta con 1 vez cada dos días y en invierno 1 vez a la semana.
Es importante que las semillas las hagas crecer antes en un semillero o en una macetita aparte, luego cuando tengan una altura de unos 10 centímetros aproximadamente, traslada la mata al lugar definitivo donde vaya a estar. Procura mantener bien nutrida la tierra.
Conviene plantarlos hacia finales del invierno, en torno a 10 ó 12 semanas después ya podrás empezar a recolectar tus primeros tomates. Normalmente una mata de tomate da al año unos 2 kilos ó 3, dependiendo de la especie.
La planta suele desparramarse con mucha facilidad, por lo que deberás guiar su crecimiento. A medida que la mata vaya adquiriendo altura, ve guiándola con un palo para evitar que se caiga y así la producción sea mucho mayor.