viernes, 13 de mayo de 2011

TOMATE RAF


El tomate Raf cobra fama en los últimos tiempos como “el tomate más caro”, “el pata negra”, empieza a saltar fronteras y a aparecer en notas de prensa, muchas veces sólo como curiosidad.
Pero, ¿qué es? El raf es un tomate tradicional tipo marmande que se ha cultivado sobre todo en las vegas del levante almeriense, caracterizadas por aguas normalmente salinas y en calle o bajo malla.
Ha sabido sobrevivir al aluvión de nuevas y continuas variedades híbridas gracias a su tolerancia a la salinidad y a que se ha sabido adaptar al cultivo en invernadero, alargando su ciclo y disponibilidad a lo largo del año y mejorando incluso la calidad que ofrecía en cultivo al aire libre (rajado, enfermedades criptogámicas) Poco a poco ha ido posicionándose hasta ser una referencia e inventar el nicho de “tomate sabor”, pues de eso se trata: es un tomate con alta y equilibrada presencia de azúcares y acidez, pleno de sales minerales y sustancias aromáticas que hacen inconfundible su sabor, carnoso, con pocas semillas ni agua, unido a una coloración verde oscura con hombro casi negro que lo caracteriza y distinguen de otras variedades



Mientras la tendencia general de la explotación en invernaderos de Almería busca la rentabilidad incrementando la productividad a la vez que se ofrece una calidad comercial aceptable, el cultivo de tomate raf y otros tomates de sabor sacrifican la producción neta por metro a favor de la calidad.
El cultivo de tomate raf, supone una parte pequeña en superficie de toda la superficie de invernaderos en Almería: se calcula que en la campaña 2.006-
07 habrá plantadas unas 400 Ha no superando así el 1,30% del total, y referido
al levante almeriense, de las 4.500 Ha que existen, aproximadamente un 8%
son las que se dedican a Raf; Entonces ¿a qué debe la fama que tiene? En
este artículo se tratará de resolver algunas cuestiones sobre este tomate.

ORIGEN Y DESCRIPCIÓN
El Raf se seleccionó hace unos 25 años como variedad mejorada de los tomates que se plantaban por entonces en cultivos al aire libre (encañados) o bajo malla, el representante más conocido es el famoso muchamiel, al que fueron sustituyendo rápidamente nuevas variedades más productivas o con más resistencias a enfermedades: cuarenteno, “americano” y RAF entre otros.
El nombre corresponde a las siglas de “Resistente A Fusarium”, por su resistencia a fusarium 0 (Fusarium oxyosporium licopersici), lo que fue una de las características principales para que se extendiese su cultivo, además de ser
bastante productivo y adaptarse al cultivo en los primeros invernaderos que
empezaban a proliferar, frente a la pérdida de calidad que presentaba el muchamiel en las nuevas condiciones.
La selección que se llevó a cabo y que fijó la variedad fue tradicional, por
lo que estamos hablando de que es uno de los pocos tomates no híbridos que
se cultivan actualmente en Almería.
Su cultivo se centró en la zona del levante almeriense, por ser esta zona
de aguas de peor calidad que sólo aguantan cultivos de tomate, más resistente
a la salinidad.

 MORFOLOGÍA Y CARACTERÍSTICAS
El fruto es multilocular, carnoso, acostillado y de semillas pequeñas, con
un marcado cuello verde que lo distingue, muy carnoso y con alto tanto por
ciento de materia seca (no desprende líquido al ser cortado) Madura de dentro
hacia fuera y de forma rápida, ya que el gen de semi o larga vida que
caracteriza a los tomates comerciales actuales procede de la hibridación. Por
otra parte tiene alto grado de azúcares (glucosa, fructosa) de 6 a 11o Brix y de
acidez (cítrico y málico), aportando el adecuado equilibrio entre ambos (acidez-
dulzor) el mayor atractivo de sabor.
La planta es de porte indeterminado y muy potente, pero el sistema de cultivo actual está totalmente encaminado a restar vigor a la planta, por lo que
se le puede englobar dentro de los portes semideterminados y vigor medio,
siendo la longitud normal de tallo de unos 1,5 metros, aunque pueda alcanzar
según manejo los 3 ó incluso 4 metros. La raíz es también potente y más adaptada a riegos a manta que los que se usan normalmente de alta frecuencia. Tiene resistencia a fusarium 0, pero no a fusarium I ó II.

 SISTEMA DE CULTIVO Y EXIGENCIAS
Lo que determina mayoritariamente la calidad final, depende decisivamente del manejo y el complejo agua – suelo – clima. Cualquier variedad de tomate tiene unos márgenes de cultivo amplios (en cuanto a temperatura ideal, calidad de agua, permeabilidad de suelo...) el caso del raf no es distinto, pero si se quiere conseguir la alta calidad que el mercado demanda actualmente, estos márgenes
se estrechan notablemente, determinando así y reduciendo enormemente las áreas en las que es rentable el cultivo efectivo. 
El Clima necesario para dar buenos rendimientos pasa por hacer la plantación de cara al frío (verano tardío) ya que las temperaturas frescas-frías ralentizan el crecimiento del fruto y refuerzan su calidad. Por el mismo motivo, plantaciones de enero o febrero no consiguen una alta calidad por que el fruto se desarrolla muy rápido y no tiene tiempo de coger su color característico y por consiguiente el resto de sus características de apariencia-sabor. El raf no es especialmente resistente al frío, sufriendo pérdidas importantes de cuaje floral, y ahuecamiento de tallos, mucho más patente y dañino cuando la planta ha sido cultivada demasiado vigorosa. Una vez pasada la época más fría, y una vez que se ha recolectado buena parte de los frutos, la planta vuelve a brotar, florecer y cuajar.
La humedad ambiente alta favorece las enfermedades criptogámicas y frena el engorde del fruto; en el caso del raf además da baja coloración e incluso mal rellenado (ahuecamientos)
Los dos parámetros del sistema agua-suelo son realmente limitantes ya que, si no se dispone de las características adecuadas, no es fácil modificarlos sin recurrir a grandes inversiones económicas y ecológicas. Uno de los mayores tópicos respecto al raf es el de que cuanto peor sea la calidad del agua de riego mejor calidad dará la planta. Aunque si bien es cierto que, cuando para el resto de tomates una conductividad eléctrica (CE) en agua de entrada mayor de 3,5 dS/m es difícilmente tolerable, para que el raf no dé problemas hay que contar con
aguas que superen los 4 puntos de CE y ser moderadamente sódicas.
El solo dato de la CE informa poco de la calidad del agua, pero para aguas equilibradas en sales se puede hablar de que el mejor intervalo de salinidad oscila entre 4 y 7 dS/m; a mayor conductividad, la producción se resiente mucho y puede haber disminución de la calidad al desplazarse Ca, K y Mg.
La característica principal que debe tener el suelo es que tenga un drenaje perfecto, siendo los mejores suelos arenosos y franco-arenosos. Si no se dispone de una buena percolación, las dosis y frecuencias de riego deberán ser muy bajas, la cantidad de abono a aplicar tendrá que ser alta en concentración e ir acompañada de aguas no excesivamente sódicas para no aumentar la concentración de iones perjudiciales en el perfil de cultivo. Casi como consecuencia de esto, son preferibles suelos con baja capacidad de intercambio (menor de 15) aunque suelos con CIC de 20 meq/100g son capaces de dar calidades excelentes.
La cantidad de materia orgánica total se debe mantener entorno a 1,5%
sobre el total. Por supuesto la planta agradece niveles mayores, pero esto hace
difícil de controlar el crecimiento general y la calidad final en concreto.
No es objeto de este artículo profundizar en temas complejos de
fertirrigación sí, decir que, en la práctica, las fincas más rentables de este
cultivo tienen aplicaciones extremadamente bajas de abono ya que reúnen
buenas características y manejan el nivel de CE en suelo mediante restricción
en el riego más que con aportes abusivos de fertilizantes.



FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CALIDAD
A pesar de que el complejo agua-suelo-clima es condición sine que non,
el manejo que hay que dar a este tomate raya siempre con los límites y a veces
el más mínimo descuido acaba con pérdidas importantes por “blossom end rot”
(necrosis apical relacionada con falta de calcio y estrés hídrico), fallos de cuaje
o plantas que se quedan “ciegas”...





Se habla siempre del color del fruto como sinónimo de calidad y buen
sabor. Existe una relación directa entre ambas, pudiéndose decir que los frutos
de color más oscuro, casi azulados son los que tendrán las mejores cualidades
de sabor. En cuanto al hombro verde, negro, que lo caracteriza, no es
condición indispensable de calidad, pero sí informa de que el fruto ha estado
adecuadamente soleado y por lo tanto más dulce, además sirve como indicador
perfecto para distinguirlo de tomates similares.
A la forma se le da bastante importancia prefiriéndose los tomates más
acostillados, “más feos”, con respecto a los lisos. Salvo que le acompañen
otras características, esto no es determinante de calidad de ninguna forma, es
de igual manera una cuestión de mercado que exige que el producto sea
totalmente distinto a los demás.


Como ya se ha repetido, el contar con unas buenas condiciones agua-
suelo-clima es fundamental y es lo que ha hecho que este cultivo se haya
reducido a pequeñas áreas muy concretas que de por sí le han proporcionado
estas condiciones.
El factor que más influye en la calidad final del fruto es EL TIEMPO; sí, la
regla de oro puede enunciarse así: “un fruto, que por las condiciones climáticas
y de cultivo se ha desarrollado lentamente siempre tendrá más calidad que uno
que se haya producido demasiado rápido”.
De esta norma derivan casi todas las labores de cultivo especiales que
se realizan:
-Fechas de plantación de final de verano y durante todo el otoño. La
mayor calidad se obtiene en los meses en que el tomate ha crecido con tiempo
frío: recolecciones de febrero a abril.
-Dosis y frecuencia de riego escasos para disminuir el crecimiento
vegetativo y hojas tiernas “alechugadas”.
-Retirada temprana del blanqueo de plástico de cubierta para “endurecer
la planta” (en los primeros estadios habrá exceso de radiación y de temperatura
que hacen “sufrir” a la planta y ralentizar su crecimiento)
-Uso reiterado de derivados de cobre para tratamientos (oxicloruro,
hidróxido, sulfato, óxido) Usado como fungicida, el cobre tiene un ligero efecto
fitotóxico que se utiliza secundariamente para regular y ralentizar el crecimiento
vegetativo.
-Deshojado temprano. Aunque el motivo por el que se realiza es
proporcionar la mayor insolación directa al fruto, es obvio que reduce desde el
principio la actividad fotosintética.
-Aportes mínimos de nitrógeno: sobre todo en forma nítrica o ureica
provocan un rápido crecimiento del fruto tornándolo de color blanquecino y
disminuyendo la síntesis de azúcares y ácidos perdiendo así su sabor. Por la
misma razón no es aconsejable la aportación continuada de aminoácidos ni
otros abonos especiales nitrogenados.
-Aplicaciones moderadas de Zinc y Manganeso aumentan algo el color
del fruto y bastante el brillo.
-Momento del cultivo. La calidad del tomate aumenta bastante de cara a
primavera, perdiendo calibre debido a la senescencia de la planta y a que el
suelo se encuentra bastante salinizado durante el invierno (poco riego y con
alta conductividad para mantener la consistencia del fruto)

PLAGAS Y ENFERMEDADES
Por su sistema de cultivo y las fechas de plantación, esta variedad no
suele dar muchos problemas fitosanitarios. Por no ser híbrida es normal que se
vea afectada por dos enfermedades que no suelen ser problemáticas en otros
cultivos: Fusarium y TMV. Con respecto al TMV (virus del mosaico del tabaco)
decir que se trasmite entre otras por contacto y se conserva en suelo. A parte
del amarilleamiento de las hojas (empezando de ápice hacia abajo) pueden
surgir (muy ocasional) razas necróticas que producen vistosas manchas negras
a veces concéntricas y solapadas entre ellas y deprimidas en el fruto. Esta raza
puede necrosar el ápice de la planta o las puntas de las hojas apicales.




RENDIMIENTOS
Como se ha explicado, las condiciones y el manejo determinan
notablemente la calidad e inversamente la cantidad de kilos/m2, por otra parte
se tira un alto porcentaje de kilos por blossom, ahuecamientos, etc; es por ello
que las producciones son muy variables siendo normal obtener 3 ó 10 kg/m2.
Las medias pueden estar entorno a los 6 kg/m2.
El rendimiento económico es muy difícil de calcular, ya que existe
mucha variabilidad al cabo de la campaña e incluso dentro de la misma
parcela.
 TENDENCIAS Y NUEVAS TÉCNICAS DE CULTIVO
El aumento de la rentabilidad que vive la variedad o la disminución del
margen del resto de productos, ha hecho que en los últimos tiempos las
miradas se vuelvan hacia el raf y otros marmandes como otra posibilidad de
cultivo. Esto a su vez ha llevado a que las casas productoras de semillas
saquen híbridos que mejoren las características del Raf que comercializa la
empresa Clause.
Son ejemplos destacables de ello el tomate Delizia, que mejora con
respecto al Raf en resistencia a Fusarium I y mejora del vigor general,
uniformidad de calibre y color en temprano. Por contra, puede perder algo de
sabor frente al Raf si no se maneja adecuadamente. El tomate Conquista,
prácticamente igual que Delizia con mayor resistencia a fusarium y además
tolerante a nemátodos (M) Diferente en aspecto es el Marmandino (resistente
también a FOL 0 y I además de a ToMV) tomate más achatado con listas verde
oscuras del ápice a la base, excepcional consistencia y comportamiento para
fechas tempranas y tardías y sabor diferente a Raf pero con gran calidad, lo
que puede permitir reducir la falta de marmande en la época veraniega (de
mitad de junio a octubre) en que no se puede disfrutar de Raf.
Se está empezando a introducir también la técnica de injerto buscando
eliminar los problemas de fusarium, nemátodos, aumentar la homogeneidad en
kilos durante todo el ciclo de cultivo y de producción y calidad.
En el caso del tomate no existe trasferencia genética entre el patrón y el
injerto por lo que es ilusorio esperar mejora de la calidad en este aspecto,
aunque puede existir por parte del patrón absorción diferencial de algún
nutriente que sí incremente esta.

Fuente consultada: http://soloraf.es/blog

No hay comentarios:

Publicar un comentario